Bien entrados ya en octubre, y celebrando el gran estreno estadounidense de Veneno: Habrá Matanza, debemos reivindicar no obstante antes a Shang-Chi y la Leyenda de los Diez Anillos. Porque independientemente de que Fast & Furious 9 lidere la taquilla mundial o cuántos blockbusters le desplacen del escalafón doméstico norteamericano este próximo sesemtre, es el Maestro del Kung-Fu quien les ha abierto en primer lugar la puerta a todas ellos, justo cuando Hollywood volvía a tambalearse ante la pandemia. Y en ese sentido, 2021 será contra todo pronóstico su año.
Hace un año, Tenet y Los Nuevos Mutantes se encontraron los cines medio vacios por las restricciones pandémicas, y casi completamente por el público. Con lo que el primer semestre de retrasos de la Covid dio paso a una incierta fase en la que algunas películas se seguían posponiendo, mientras otras se apoyaban simultáneamente en las plataformas de streaming. Hasta que el avance de la vacunación ha permitido levantar progresivamente este verano las restricciones en Europa y Estados Unidos. Pese a lo cual, nos precipitamos al celebrar el espejismo de que el ansiado regreso de Marvel Studios a los cines el pasado julio con Viuda Negra conllevaba una «nueva vieja normalidad«, que apenas duró el fin de semana del estreno. La Agente Romanoff se ha quedado finalmente al filo de los números rojos con una taquilla mundial de 398 millones de dólares, que a duras penas alcanzan el umbral de la rentablidad, que solemos estimar en duplicar su presupuesto, de 200 millones, gracias a los 60 millones adicionales que ha ingresado a través del acceso premium de Disney+. A costa de enfrentarse con Scarlett Johansson y hasta con los propios cines estadounidenses, por no respetar las ventanas de exhibición a pesar del levantamiento de las restricciones.
Para colmo, el repunte en agosto de la variante Delta de la Covid, desplomó las recaudaciones domésticas de Estados Unidos e incluso volvió a cerrar gran parte de los mercados del sudeste asiático y Latino América, reavivando las dudas sobre más posibles retrasos. Paramount ha relegado de hecho sus dos únicos lanzamientos de 2021, Top Gun: Maverick y Jackass Forever, hasta 2022, pero sería especialmente preocupante para el interconectado Universo Cinemático Marvel, que podía perder el ritmo de su vertiente televisiva y hasta desengancharse de su franquicia arácnida, al carecer Sony de la válvula de seguridad de contar con su propia plataforma de streaming. Hasta que el ansiado tráiler de Spider-Man: Sin camino a casa ratificó finalmente el calendario. Pero todo quedaba pendiente del desempeño de Shang-Chi.
La paradoja es que éste sigue pendiente a su vez de validar su visión en los mercados orientales: originalmente programada para coincidir con el año nuevo chino, el 12 de febrero de 2021, la fusión superheroica con las artes marciales le da prácticamente la vuelta a la explotación setentera del cine de espías y artes marciales del cómic de origen, cayendo de lleno e el terremo del Wuxia y abriendo las puertas que se dejó cerradas Puño de Hierro para su futura expansión. Si bien, representa una vía perfectamente válida para su muy necesaria modernización, del mismo modo que aquel sólo tomaba lo que le convenía de las novelas pulp de Sax Rohmer. Y explica por qué ha triunfado finalmente la mezcla de Marvel, donde habían fracasado intentos previos de Hollywood como 47 Ronin, o la propia China con La Gran Muralla; aunque a falta de poder estrenarse en China, de momento sólo desde el lado occidental.
El estreno se reprogramó finalmente para el puente Día del Trabajo en Estados Unidos, uno de los festivos tradicionalmente con menor recaudación y en el que ya se estrellaron hace un año Tenet y Los Nuevos Mutantes. Las proyecciones iniciales preveían una recaudación doméstica de entre 45 y 50 millones de dólares, que debían bastarle para superar cómodamente el anterior récord de 30 millones del remake de Halloween en 2007, pero acumuló hasta 83,5 millones de dólares en los cuatro días del puente del estreno, el segundo mejor estreno hasta la fecha de la era Covid, tras Viuda Negra, a destacar unos impresionantes 13 millones en pantallas IMAX, más otros 56 millones en su restringido estreno internacional, 140 en el global total de su primer fin de semana. Antes de la pandemia los estrenos marvelitas venían sobrepasando los 100 millones, sólo en Estados Unidos, pero más allá de despejar los fantasmas de agosto, el verdadero reto de Shang-Chi era sostener su impulso inicial a diferencia de la Viuda Negra.
A su favor, una ventana exclusiva de cuarenta y cinco días en cines y un mes de septiembre limpio de más grandes estrenos en Estados Unidos. En contra, una marca mucho más desconocida que la de se predecesora, inédita y prácticamente desconectada del resto del UCM. Todo dependía en definitiva del boca a boca. Y Hollywood respira aliviado desde que Shang-Chi siguió acumulando mucho mejores datos de los previstos: mejor lunes desde el incio la pandemia; la película más rápida desde Star Wars: el ascenso de Skywalker, en 2019, en alcanzar los 100 millones de dólares, en cinco días (lo que ya ha igualado Veneno: Habrá Matanza); mejor segundo fin de semana de la pandemia, con una caída del -52,5%, en lugar del -67,8 de Viuda Negra; 150 millones en sus doce primeros días, cuatro menos que su aquella; la primera en liderar la taquilla estadounidense durante cuatro semanas consecutivas desde Tenet; en romper la barrera de 200 millones en la taquilla doméstica desde la pandemia; así como los 206 millones de dólares brutos de Bad Boys for Life, convirtiéndose en la película más taquillera a nivel nacional desde 2019, con 208 millones de dólares en Estados Unidos y 181 en el resto del mundo, hasta un total global de 389 millones. Lo que la sitúa en la decimonovena posición de veinticinco en el ránking doméstico del Universo Cinemático. Aunque la comparativa debería restringirse a la pandemia, superando en veintitres millones a Viuda Negra, y quedamos a la espera de confirmar la crucial llegada a China de ambas para valorar su desempeño internacional.
Más allá de su éxito, la taquilla estadounidense ha seguido cayendo en su conjunto durante septiembre, arrojando los acumulados más bajos desde mayo, mientras grandes mercados internacionales siguen cerrados o severamente restringidos. Pero al menos, ha demostrado tras año y medio de pandemia que una película pueden aún brillar individualmente. Lo que sin duda, le ha dado algo de confianza a Sony, que lejos de seguir dilatando su calendario ha adelantado dos semanas el estreno doméstico de Veneno: Habrá Matanza, mientras Disney ha descartado más estrenos simultáneos al menos para el resto de 2021. A diferencia de Warner y Metro-Goldwyn-Mayer. que mantienen este mismo mes de octubre los lanzamientos híbridos de Dune y James Bond: Sin tiempo para morir. Pero ha sido el más inesperado de todos ellos, Shang-Chi, quien ha recuperado por fin la dimensión colectiva de las salas de cine.