Hemos tenido la posibilidad de visionar por adelantado el primer capítulo de Falcon y el Soldado de Invierno, por cortesía de Disney España, y si bienen el caso de Bruja Escarlata y Visión preferimos posponer nuestra impresión inicial hasta poder tratar en profundidad su intrahistoria en nuestro último podcast, esta vez su arranque nos ha resultado mucho más accesible. No por nada, era la serie que debía haber presentado la expansión televisiva de Marvel Studios, en otoño de 2020 y a continuación de la Viuda Negra, antes de que la pandemia suspendiera todas nuestras agendas. Un nexo fílmico que se traduce en su explosiva primera escena, llamada a desdibujar de un plumazo y para siempre la barrera entre el cine y la televisión.
Pero por más músculo cinematográfico que ejerciten las escenas de acción, la verdadera sustancia del episodio está en la búsqueda por Sam, Bucky, los retornados y los que no se fueron durante el lapso, de su nuevo lugar en el mundo post-Endgame, y post-Steve Rogers, ya sea saldando cuentas con su pasado o tratando de reencontrarlo. Reincidiendo por tanto en el mismo punto de partida de Bruja Escarlata y Vision, como primeros compases de la Fase 4, pero más a nivel de la calle, y al mismo tiempo más conectado con el escenario general Cinemático, como puerta de entrada desde las películas.
No obstante, aún no estamos en el primer segmento de una película de seis horas, nivel de producción al margen. Sí se siembran las semillas de un thriller de espionaje, que los tráilers y la propia quimica exhibida por Anthony Mackie y Sebastian Stan en las anteriores entregas fílmicas anticipan que tomará la forma de una buddy movie. Pero que de momento se centra en un retrato inesperadamente introspectivo y de lenguaje y ritmo netamente televisivos de sus personajes, mucho más dependiente de los primeros planos que de las punch lines. Una lupa similar a la que puso Bruja Escarlata y Visión sobre sus protagonistas, pero mucho más cruda, violencia incluída, y al mismo tiempo más cotidiana, sin el escudo de las sitcom.
Descartado el recurso metalingüístico, el lector se apoyará en su lugar en las etapas de Gruenwald, Layton, Michelinie, Remender o Spencer en el cómic, en un abanico de referencias mucho más abierto que la base de Millar o Brubaker sobre la que se construían las anteriores entregas del Capi, o más bien haciendo aflorar la arquitectura subterránea que subyacía bajo aquellos.
En definitiva, un lujoso puente entre las Fases Tres y Cuatro del Universo Cinemático, sólidamente cimentado en la herencia de las películas, del cómic y sobre todo en sus personajes. Pero en apenas un par de meses ya nos hemos acostumbrado a la revolución televisiva de Marvel Studios, o a la traslación a la pantalla de la narrativa seriada e interconectada del cómic. Y aún nos debe enganchar a su trama, más allá de un efectivo pero previsible cliffhanger.
2 comentarios de “Un mundo nuevo: primeras impresiones sin spoilers de «Falcon y el Soldado de Invierno»”