¿Quién necesita más a quién: el Universo Cinemático Marvel a Spiderman, o Sony a Kevin Feige?
Hace apenas cinco años, la respuesta parecía mucho más obvia. La Fase Dos del UCM consolidaba y ampliaba los logros de la primera mientras la franquicia de Amazing Spider-Man le temblaban las piernas en su intento de universalizarse, al tiempo que aún le seguía pesando Spider-Man 3. La propia Sony se tambeleaba bajo el ataque del Sony Hack. Y cuando comenzaron a filtrarse los planes para sus spin-offs arácnidos, todos nos sonaban a chiste más allá de Veneno y Los seis Siniestros. Pero entre correos vergonzantes y conspiraciones coreanas, supimos además que toda Amazing se había construído en la expectativa de su potencial integración en el Universo Cinemático, y que su aproximación había encallado al rechazar ya en 2014 Sony la pretensión de Mavel Studios de cofinanciar la nueva franquicia compartidaen una primera propuesta al 60 y 40%, y repartir sus beneficios en la misma proporción, reteniendo Sony su licencia pero asegurándose Marvel su dirección, como no puede ser de otro modo en un Universo Compartido; y en una segunda propuesta al 50%, mientras que Sony tan sólo obtendría el 5% de la participación de Spidey en las cintas de Marvel Studios.
El mismo punto en que nos hemos despertado hoy, sólo que sustituyendo en las negociaciones al Presidente de Marvel Entertainment, Ike Perlmutter, por el de Walt Disney Studios, Alan Horn, y a la entonces presidenta de Sony Pictures (y actual productora ejecutiva de toda la franquicia arácnida), Amy Pascal, por su sucesor (y ateriormente de Fox), Tom Rothman; y a los hackers de «Los Guardianes de la Paz» por una filtración en Deadline. Según ratifica asimismo The Holywood Reporter, Marvel Studios sigue reclamando ese mismo 50% del pastel arácnido, cifra que baila en Internet hasta sólo un 30%, pero cada vez más lejos de la fuente. Mientras, Sony no se movería del definitivo acuerdo de 2015, por el que ambos estudios han intercambiado gratuitamente a Peter Parker y su tía May como secundarios de Capitán América: Civil War -incluyendo el cásting de ambos- y de nuevo al primero con Ned en las dos últimas entregas Vengadoras, a cambio de Tony Stark, Pepper Pots y Happy Hogan en Spider-Man: Homecoming, y este último junto a Nick Furia, Maria Hill y los Skrulls en Spider-Man: Lejos de casa, reteniendo ambos estudios íntegramente su financiación y explotación. Debe matizarse que el 5% que recibe Marvel Entertainment por las películas individuales del Trepamuros no tiene nada que ver con dicho acuerdo sino con la licencia original de Columbia Pictures (propiedad de Sony), y se aplica de hecho del mismo modo a sus spin-offs, bajo control únicamente de Sony. Pero mucho más allá del intercambio de cromos, el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, ha asumido la producción creativa junto a su equipo de estas dos últimas entregas individuales y todo el reinicio, dentro de que Amy Pascal retendría la última palabra por parte de Sony.
Como corresponde a su personaje más representativo (y a la voluntad de solidifciar el acuerdo), el Spiderman Cinemático se ha erigido cinco películas después en una pieza central de su universo inerconectado. Ha asentado la evolución final del verdadero Primer Vengador, Iron Man, se enfrentó junto a sus personajes franquicia a la amenaza defiitiva de Thanos, presenta el escenario resultante de «La Saga del Infinito» y encarna(ba) la promesa de su relevo generacional. Y si se trata de dinero se le han acabado los récords: no sólo a Sony, situándose Spiderman: Lejos de Casa al frente de la taquilla histórica de toda una major como Columbia Pictures, sino que el chico de Lo Imposible está actualmente a 12 millones de dólares y un reestreno en pocos días de acumular la no menos imposible cifra de 8.000 millones de dólares en cuatro años. Quién dijo que Peter Parker no tenía dinero. Lo que no imaginábamos era que pudiera dinamitarlo su éxito, cuando hace apenas un mes The Ankler (que aún no se ha pronunciado sobre el divorcio) aseguraba que culminar la prometida trilogía dependía supuestamente de que Lejos de casa recaudara más de 1.000 millones de dólares. Al parecer se quedó corto, y el pastel podría resultar paradójicamente demasiado grande para compartirlo.
Pero no son sólo números. El acuerdo de 2015 dejaba los spin-offs de la propia franquicia arácnida al descubierto, máxime tras los 850 millones de dólares recaudados el año pasado, sin necesidad de vender armaduras de Iron Man, por Venom. Así como la tercera entrega individual del propio Spiderman, anunciada pero inmediatamente desaparecieda de la agenda Cinemática. Se la echaba especialmente en falta en el reciente anuncio del casillero Cinemático de 2021, dada la ambición de Sony de alternar una película individual y un spin-off cada año, desde que anunciara la fallida expansión de Amazing y que cubría hasta 2020 Morbius. Con lo que tal vez no sea tanto o sólamente una cuestión de porcentajes o del control creativo de Feige, sino si en el Universo Cinemático hay sitio para una franquicia anual, y a costa de qué, incluyendo poder quemarla.
Claro que en toda ruptura hay siempre dos versiones, y aún estamos en el momento en el que una de las dos pretende estar dándose un tiempo. O a falta de ningún comunicado por parte de Marvel -atentos a la D23 este sábado-, ésa es la posición que ha expresado Variety, cuyas fuentes reinciden en el descauerdo de los porcentajes y confirman que las negociaciones se han interrumpido, pero no concluyen que Spidey esté ya fuera del UCM, abriendo la puerta a que todavía se pueda llegar a un acuerdo. Si bien, también ha sido el primer medio en señalar que Disney, y no Sony, habría «expresado su preocupación porque Feige estuviera abarcando demasiado», en referencia a los proyectos originales para Disney+. Y podríamos añadir al diseño de las próximas Fases y la incorporación de las licencias de Fox. Que es la misma congestión a la que ha aludido un «portavoz» sin identificar de Sony, primero en exclusiva para Deadline y después extractando las mismas declaraciones en el twitter de la compañía, para negar su supuesto veto a seguir contado con el productor:
«Muchas de las noticias de hoy sobre Spiderman han malinterpretado las recientes conversaciones acerca de la participación de Kevin Feige en la franquicia. Lamentamos pero respetamos la decisión de Disney de que no contiúe liderando la producción de nuestra próxima película de imagen real sobre Spiderman. Esperamos que esto pueda cambiar en el futuro, pero comprendemos que las muchas nuevas responsabilidades que le ha otorgado Disney, incluyendo las propiedades que Marvel ha adquirido recientemente, no le dejan tiempo para trabajar en propiedades intelectuales ajenas. Kevin es excelente y estamos agradecidos por su ayuda y orientación y apreciamos la senda que nos ha ayudado a tomar, y en la que seguiremos».
Sin poder calificarlo de comunicado a falta de una firma autorizada, el posicionamiento de Sony confirma efectivamente la salida de Feige de la próxima película individual en imagen real de Spiderman (por lo que podemos confirmar que ya está en preparación), aunque se la atribuye a Disney y evita entrar en más explicaciones sobre el estado de las negociaciones ni ningún desacuerdo económico, ni concluye que dicha salida anteceda a la despedida de Spidey del Universo Cinemático. Al contrario, «espera» que Feige pueda regresar en un futuro y continuar entre tanto su senda, lo que puede ser una mera fórmula de cortesía, especialmente si tienen atado a Tom Holland, quien ya confirmó el año pasado su contrato para esta sexta película. Al menos implicaría que muy lejos no se irán, en el sentido de que no debemos esperar contradicciones directas entre ambas franquicias (como no las había en Venom). Si bien, de las dos películas que supuestamente estarñia preparando el drector Jon Watts, de momento no hay nada realmente confirmado, ni siquiera que haya firmado para la primera de ellas.
La primera cuestión será antes si aún puede sustituir a Feige alguien de Marvel Studios, que para algo viene promocionando en las últimas entregas Vengadoras por ejemplo a la productora ejecutiva Trinh Tran. Con lo que la pregunta del encabezado ya no debería si Spiderman necesita a Feige, sino a Marvel. Y ahí Sony ha encontrado durante estos cinco años las fuerzas no sólo que le ha infundido Feige, sino también las de la taquilla de Venom y la visión y el Universo propios de Phil Lord y Chris Miller. Tal vez aún no haya noticia, pero Deadline, Variety y The Hollywood Reporter son medios acreditados y podemos asumir que la anhelada integridad del Universo Cinemático pende de una telaraña. Otra cosa es hasta qué punto sus filtraciones puedan estar más o menos dirigidas a presionar en la negociación o incluso a sondear al fándom, que previsiblemente ha encendido inmediatamente las antorchas, ya sea para llamar al boicot a Sony, unos, o celebrar el regreso del verdadero Spiderman, otros. Como si pudiera existir siquiera el Universo Cinemático cuando no la propia Marvel, de no ser por las licencias; y como si el actual Spiderman Cinemático no fuera ya enteramente de Sony.
Pero esa telaraña deja no obstante suficientes huecos libres para que Sony pueda expandir paralelamente su Universo Spiderman en imagen real en la pequeña pantalla y en animación en la grande; y es tan fuerte como para que no tengamos que temer porque nada de esto afecte a los cómics, desde que los derechos de merchandising de cuáles sean las adaptaciones de Sony pertenecen enteramente a Disney desde 2011. Cuando no por casualidad comenzaron a aproximarse inicialmente Amazing y el UCM. Porque de un modo u otro, Sony y Disney están condenadas a entenderse, y Spidey seguirá siendo el mayor emblema de Marvel.
1 comentario de “La enmarañada telaraña de Spiderman, Disney y Sony”