Primeras impresiones (sin spoilers) de X-Men: Fénix Oscura

Todos hemos visto X-Men: La decisión Final y leído «La Saga de Fénix Oscura«, de modo que es difícil entrar en detalles de la nueva entrega cinematográfica mutante sin reventar sus escasos giros argumentales. Lo que sí puedo comentar mis emociones al salir del pase de prensa… que ha sido más bien pocas, pero no por ello negativas.

He entrado al pase de prensa con una duda: ¿es Simon Kinberg parte de la solución o del problema? y he salido con un poco de ambos. Más rectificaciones de errores previos que aciertos propios, pero afrontando al menos las inevitables comparaciones de cara y con las lecciones bien aprendidas. La primera, saber cuál es el centro de tu historia, Jean Grey, y al mismo tiempo desbloquear dos ejes que llevaban demasiadas iteraciones dando vueltas sobre sí mismos como Magneto y muy especialmente Xavier. Aún confirmando con ello el fracaso al construir una saga que se concibió a partir de una trilogía clásica en 2006, pero que en diez entregas extra no ha sabido adaptarse al posterior modelo del Universo Cinemático Marvel, una comparación que le pesa mucho más que la de X-men: La Decisión Final y no por falta de contenido sino de contexto.

El precio, devaluar una nostalgia que veinte años después, debería haber duplicado la década de Vengadores: Endgame, con el añadido de haberlo comenzado todo, pero se despacha como un trámite. Un alcance que sólo arañó la reunión de X-Men: Días del Futuro Pasado, dando la razón a Matthew Vaughn en que debería haber culminado su Primera Generación, porque no eran «Los Vengadores Mutantes» que nos prometieron, pero sí un gran fin de fiesta. A cargar también en la cuenta un  precio sorprendentemente caro por tener que retrasarse corporativamente hasta después de Capitana Marvel, pero con la suficiente perspectiva, antes de la llegada de Disney, para poder servir al menos para despedir la franquicia sin necesitar cerrarla.

Y con todo, X-Men: Fénix Oscura es una mejor película que capítulo, y mucho mejor adaptación. Con lo que parece que tardaremos en volver a verlos, merece la pena despedirse de unos personajes en los que no he reconocido a los de la trilogía original, pero sí mucho más de lo que esperaba al cómic, ya aviso que a un nivel de detalle que me ha obligado a tirar de enciclopedia para cuadrarlo. Aunque me temo que en particular la villana se haya visto en parte recortada por la referida cercanía a Capitana Marvel.

Trece años demasiado tarde, Kinberg se rectifica en primer lugar a sí mismo, con lo que debería haber sido X-Men: La Decisión Final.

 

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